WANIYANPI, que significa animal domesticado en nativo norteamericano, comenzó su andadura en 2016 como respuesta a los problemas de Roma, nuestra jefa y visualizando los crecientes casos de intolerancias en nuestras mascotas. Roma, la perrita rescatada del fundador de Waniyanpi, fue la inspiración para realizar unos snacks acordes a ella y sus problemas con la cauda equina, una artrosis degenerativa. Roma ha experimentó una mejora sorprendentemente rápida para un perra de sus peso y medidas, gracias a la complementación de su dieta utilizando la fitoterapia animal.
El mundo de las mascotas ha experimentado en los últimos años un incremento imparable de alergias e intolerancias a alimentos tan básicos como el pollo, exactamente a su proteína, algo tan común en la dieta de cualquier carnívoro indica una clara señal de aviso de que algo se ha estado haciendo mal.
La baja calidad de los productos y sobre todo subproductos que utilizan para realizar el alimento de nuestros amigos, y la presencia de innumerables aditivos artificiales para conservar, saborizar y aromatizar estos alimentos y hacerlos así más atractivos para ellos, convierten a nuestras mascotas en un mero receptor de productos químicos que no benefician a su salud ni a su esperanza de vida.
Nuestros productos, hechos con comida real apta para consumo humano y de proximidad, no contienen aditivos, por primera vez, lo que compras es lo que recibes, sin sorpresas en el etiquetado.
Roma, ¡nuestra jefa!
Conócela
Waniyanpi nació por Roma y Roma es la esencia de Waniyanpi, sin ella nada de esto sería realidad.
Roma es una superviviente. Abandonada en una fábrica de Santiago de Chile en Enero de 2013, una buena señora la encontró junto a sus hermanos y puso un anuncio para agilizar su adopción.
Em marzo ya estaba en casa y a partir de ahí vivimos muchas aventuras hasta que volamos a España para volver a casa después de 5 años viviendo en Chile.
Roma siempre ha sido una perra «delicadita» tiene intolerancia al pollo y tampoco ayuda que coma todo lo que encuentra por el suelo. Pero el problema mayor surgió cuando Roma empezó a tener perdidas continuas de orina mientras estaba durmiendo y tenía la vejiga llena. Pronto nos dimos cuenta que tenía dolores en el comienzo de su cola ya que le costaba sentarse, con lo que fue diagnosticada con Cauda Equina. Ahí empezamos a complementar su tratamiento con hierbas, raíces y semillas naturales para ayudar a que su calidad de vida fuera mejor.
La mala suerte nos llevo a que Roma sufriera un accidente corriendo tras una naranja, una hernia de disco se salió bruscamente golpeando su médula y dejándola paralítica en ese mismo instante. Gracias a un crowdfunding pudimos operarla en 48h y después de muchos esfuerzos y fisio a los 3 meses ya estaba andando aunque renquea un poco de una pata.
Esto nos llevó a adentrarnos mucho más en la fitoterapia animal, ya no sólo a nivel articular sino también para que su organismos no sufriera por tanta medicación o para aliviar sus problemas estomacales.
Hoy Roma es una abuelita saludable y tranquila que ve desde su colchón en Waniyanpi cómo cada día os lleváis muchos de los productos que están inspirados en ella.